Era, en efecto, el automovil de Maruja. Habia transcurrido por lo menos media hora desde el secuestro, y solo quedaban los rastros: el cristal del lado del chofer destruido por un balazo, la mancha de
La cronica de un secuestro real magistralmente retratado por Gabriel Garcia Marquez.?En 1990, temiendo la extradicion a Estados Unidos, Pablo Escobar —cabecilla del cartel de Medellin— secuestroi a di