El Misántropo

FILINTO No alcanzo a comprender vuestros repentinos enfados, y en fin, aunque amigos, soy de los primeros... ALCESTE (levant嫕dose bruscamente) Yo, vuestro amigo? Quit嫪s eso de la cabeza. Notoriamente lo he sido hasta hoy; pero despu廥 de lo que acabo de ver manifestarse en vos, os declaro sin m嫳 que he dejado de serlo y que no quiero sitio alguno en corazones corrompidos. FILINTO A vuestro paracer, soy, pues, muy culpable, Alceste? ALCESTE Vaya, deber燰is moriros de pura vergnza; semejante proceder es inexcusable, y cualquier hombre de honor se escandalizar燰 de 幨. Os veo abrumar a un hombre con agasajos, testimoniarle la mayor afecci鏮; con protestas, pro mesas y juramentos acompa鼁is el furor de vuestros abrazos, y cuando os pregunto luego qui幯 es ese hombre, apenas pod嶯s decirme c鏔o se llama; vuestro entusiasmo por 幨 decae al separares, y a m?me lo dais como indiferente. Pardiez!, es una cosa indigna, cobarde, infame, rebajarse as?hasta traicionar la propia alma; y si por desgracia hubiera hecho yo otro tanto, ir燰 a ahorcarme al instante, de remordimiento.